El passat 11 de març es va disputar la 40a edició de la marató de Barcelona. La cursa on molts dels Fondistes de Sant Feliu marquen els seus objectius de temporada d’asfal.
Per aquesta cursa ha segut el nostre compamy Salva (aka Lobezno) qui s’ha ofert a fer una crónica molt i molt currada i emotiva.
Sí siete meses, eso es lo que ha durado mi maratón y no las tres horas y pico que duró el paseo por las calles de Barcelona en el día de ayer.
Todo empezó en agosto por casualidad, descubrí un lugar maravilloso por el que no había corrido nunca y me enganchó de forma adictiva, de tal forma que cada vez me encontraba con más ilusión. Así que me dije, este año sí.
Acabada la pretemporada de agosto empezaba la nueva temporada en septiembre, y había muchas ganas, pero volvía la rutina, así que volvía a correr en solitario a las 6.30 h de la mañana. Llevo muchísimos años así y estoy muy acostumbrado, pero para entrenar con tanta intensidad y preparar una maratón qué duda cabe que mejor con buena compañía, así que en el mercado de invierno tomo la decisión de fichar sabia nueva para mi equipo mañanero.
Después de analizar el mercado me decanto por los mejores: Peña, Paco y Domingo, el fichaje de Xavi fue un fichaje frustrado, le ofrecieron más en otro lado, y así le fue …,. Así fundamos el segundo mejor equipo de running de la historia: Celeste.
Desde la primera salida lo tuve muy claro, entrenando con este equipazo me pasearía por Barcelona el 12 de marzo.
Chicos, cuánto hemos sufrido pero cuánto nos hemos reído. Gracias por vuestra compañía y por hacer que los entrenos mañaneros fueran más una necesidad que una obligación.
Mención especial al amigo Paco, gracias por tantas charlas, risas, y por tu compañía en los entrenos y en las cursas. Me has ayudado muchísimo de verdad.
No quiero pasar por alto a Gisbert “el maestro”, pura sabiduría, “no hase falta disir nada más”, los fines de semana el amigo Sergi Gisbert nos guiaba de forma magistral y nosotros como corderitos hacíamos todo lo que disponía sin cuestionar ni media palabra. Gracias Sergi por permitir que lastráramos tus entrenos.
Y va pasando el tiempo, vamos acumulando kilómetros y aquel tipo que en agosto pesaba 82 kg se encuentra en marzo con 77 kg, en un estado de forma óptimo y habiéndole respetado las lesiones, así que ya no hay vuelta atrás y como dice otro maestro: A por ellos que son pocos y cobardes.
Llegó el día, y nos juntamos como siempre en la estación siguiendo la hoja de ruta que en estos días de competición determina otro maestro de ceremonias, don Miguel, atención que a este hombre deberían ponerle una estatua en Francesc Macià, que coño que le cambien el nombre a la rotonda y le pongan el suyo.
Me dejó alucinado cuando me dijo cuántas maratones llevaba y cuántas medias (no recuerdo el número) pero se ganó totalmente mi admiración. Sin duda alguna estaba rodeado de verdaderos expertos, y yo era el pipiolo, sí era mi primera maratón. Atención a la compañía que me había buscado: Xavi Nosas (con fotos o sin fotos eres grande), Christian, Pedrinachi, Julián, Miguel, Paco y un servidor. Consejos, bromas, risas y sobretodo nervios que se pasaron cuando empezamos a correr.
De la carrera qué decir, no me quiero hacer pesado, la maratón ya estaba hecha, muchísimos días de entreno, de madrugar, de frío, lluvia,…, ahora había que disfrutar del día, y el día me hizo ver que me siento orgulloso de ser Barcelonés, me siento orgulloso de mi ciudad, nunca había asistido a un evento tan maravilloso como éste y además siendo uno de los protagonistas. Temperatura ideal para correr, una ciudad maravillosa, y un público entregado.
Entre el público, mi familia, que me siguieron por todo el recorrido, siempre con una sonrisa, gritando y dando ánimos, muchísimas gracias, no sabéis lo importante que fue para mí veros allí a los tres, os quiero.
Entre el público, la coya hlt, os vi fugazmente pero os vi, me hizo muchísima ilusión, gracias por vuestro apoyo. Gracias Iván por correr a mi lado.
Pero si antes hablaba de orgullo, dejarme que os cuente, de lo que más orgulloso me siento es de pertenecer a este grupo de chalaos que formamos Fondistes Sant Feliu, o lo que viene siendo Fondantes San Feliz para algunos, nunca había visto algo igual, en estos momentos tengo la piel de gallina sólo de recordar los momentos en los que pasaba corriendo al lado de vosotros. Con gritos de ánimo, trompetas, incluso corriendo a mi lado (gracias Sanges), hacíais que el sufrimiento desapareciera para arrancar una sonrisa. Cuanta buena gente hay en este grupo. Muchos me hablaban del muro, de la preparación psicológica, de pastillas de sales, geles, etc., pues todo son pamplinadas, todo eso se lo cargaron ese grupito de chalaos que ayer decidieron dejar a sus familias en casa y venirse a ver correr y animar a unos amigos, ellos destruyeron el muro, ellos eran el mejor gel, ellos fueron lo mejor de mi paseo por Barcelona, así que chicos, os agradezco muchísimo lo que hicisteis ayer.

Supporters Fondistes Sant Feliu
Cuando el Paralelo se puso cuesta arriba tiré del comodín del pundonor con ayuda de la gente que animaba, recuerdo una niña rubita que incluso me sacó la lengua y eso me hizo mucha gracia, pero sobretodo con ayuda del Loco que a golpes de guitarra me empujaba a seguir corriendo.
3h37’ disfrutando, sufriendo, riendo,…, a la llegada, como siempre, miro al cielo y me acuerdo de mi padre, le doy las gracias porque sé que siempre está ahí, me aparto y sin poder controlarlo me pongo a llorar de la emoción, he tenido tiempo para pensar muchísimo en estos 7 maravillosos meses, y el pensar que se acaba me hace derrumbarme.
Ha sido un día maravilloso, lleno de emociones, llegamos a casa y ponemos la tele buscando como siempre el reportaje para ver si hablan de la maratón, y lo que nos encontramos es la triste noticia, el fallecimiento de Gabriel, el niño que unos días antes había desaparecido, el día se nubla y te devuelve a la realidad, el dolor que siento yo no es comparable con el dolor de otras personas, hay otros muros más difíciles de derribar.
La familia Fondistes nos unimos al dolor de esa familia. DEP
A pesar de haber vivido un evento increíble, espero que el año que viene tengamos todos un final más feliz.
Este deporte vale la pena.
LOBEZNO
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